Espectacular caída de nuestro selectivo para empezar la semana: se ha dejado nada menos que un 4,69%, la tercera mayor caída en lo que llevamos de año, y no ha sido el peor de los índices, pues el Eurostoxx, por ejemplo, ha cedido más de un 5%.
Y todavía hay quien se cree que esto es por el comentario de una señora. Llevamos viendo cómo día tras día se intenta buscar una explicación cada vez que tenemos una caída, y lo mismo ocurre con los rebotes.
Desde mi punto de vista, todo está descontado en las gráficas, y ya comentábamos a principios de agosto («El mercado cuesta abajo, en sexta marcha y sin frenos«) que al romper en cierre semanal el retroceso de Fibonacci del 61,80%, lo normal es que las caídas continuaran. Desde entonces hemos tenido un leve rebote, que muchos ya decían que la bolsa se estaba recuperando, marcando objetivos impensables.
Desde el punto de vista del análisis técnico, vamos camino de los 6.685 puntos que comentábamos, correspondientes al mínimo alcanzado en la pozo de la crisis financiera en la que todavía estamos inmersos.
Sin embargo, por el camino podría tener un punto intermedio de parada, que sería la directriz alcista que presenta el gráfico, y que en estos momentos pasa por la zona de los 7.400 puntos aproximadamente. En este punto sería muy lógico que viéramos un buen rebote, aunque el de libro sería si cayera hasta los 6.685, porque podríamos ver una vuelta en doble uve, lo que sería excelente para darle salud a la subida.
Así que vamos a ver cómo sigue, y esperemos que caiga hasta donde comentamos, al menos eso deseo yo, porque no estamos posicionados largos en casi nada, y estamos en liquidez esperando el momento ideal para entrar a saco.
