Hace tiempo descubrimos, gracias a nuestro amigo Javier Alfayate en su libro Aleta de Tiburón, una formación técnica que él denomina suelo impulsivo y que resulta muy interesante cuando se da, puesto que suele dar oportunidades de obtener beneficios en un cortísimo espacio de tiempo, puesto que se desarrolla muy rápidamente.
Para quien no haya oído hablar de un suelo impulsivo, le recomendamos el artículo «Suelo impulsivo«, donde explicábamos en qué consistía y cómo detectarlo, y sobre todo, cómo beneficiarse de ello.
Los suelos impulsivos no se dan muy habitualmente, pero cuando se dan suele ser en gráficos diarios, y tal es el caso de Bankia, que tras formar el mínimo histórico en los 0,119€ el pasado 25 de marzo, distanciándose bastante de la media de 30 sesiones y dejando un gap respecto a la vela anterior, en las velas de los siguientes tres días ha conseguido recuperar en intradiario los 0,235, aproximándose mucho a la mm30. Esto supone una revalorización de más del 100%, y liderada, a priori, por las manos fuertes.
Este tipo de movimientos es muy brusco y rápido, por lo que en muchas ocasiones, como quizás sea éste, no da tiempo prácticamente para nada, porque cuando nos enteramos del movimiento de las manos fuertes ya se ha producido todo el recorrido al alza del movimiento, puesto que normalmente el precio suele ir simplemente hasta la media móvil y después continúa con el movimiento descendente precedente.
De cualquier modo, en el caso concreto de Bankia, nosotros no hubiésemos realizado esta operación, aún habiendo detectado el suelo impulsivo con la suficiente antelación, puesto que se trata de un valor que cotiza por debajo del euro, y nosotros no operamos con ningún valor que cotice por debajo de un euro (leer artículo «Errores típicos al invertir en Bolsa: Una acción por debajo de 1€ es un chollo«).